El simbolismo oculto en las cartas del Tarot de Thoth

Introducción: una baraja que exige algo de ti

Cuando alguien curiosea en la vitrina y hojea una baraja de tarot, suele encontrarse con el familiar estilo “Rider-Waite-Smith”: figuras medievales, colores planos y un simbolismo relativamente directo. Pero quienes se topan con el Tarot de Thoth sienten, en seguida, que el panorama cambia. Los colores se tornan más saturados, las formas se multiplican y cada carta parece contener un universo entero comprimido. No es una baraja amistosa a primera vista; dedica su belleza y su misterio a quienes se toman el tiempo de desentrañar sus capas. Ese es precisamente el reto —y el regalo— que Aleister Crowley y la artista Lady Frieda Harris nos dejaron.

En este artículo de unas mil palabras (y alguna más, para no escatimar detalles) te propongo profundizar en el simbolismo oculto del Tarot de Thoth, recorrer algunas cartas de los Arcanos Mayores y Menores, y comparar brevemente su riqueza hermética con la iconografía más “lineal” de barajas tradicionales. Será un viaje por la mitología egipcia, la astrología, la alquimia y las enseñanzas de la Magick de Crowley. Sin promesas de iluminación instantánea, pero con la certeza de que cada símbolo abre una puerta a un diálogo interior más profundo.


1. El proyecto Crowley-Harris: alquimia artística y doctrina mágica

A comienzos de los años treinta, Crowley —ocultista, poeta, fundador de la filosofía de Thelema— quiso plasmar en cartas su sistema de correspondencias mágicas descrito en el Book of Thoth. Encontró en Frieda Harris una cómplice perfecta: la pintora estudió geometría sagrada, color y simbología para traducir las visiones de Crowley a gouaches rebosantes de dinamismo. Trabajaron casi cinco años; hubo versiones descartadas, correcciones incesantes y un diálogo creativo donde la intuición pictórica de Harris enriqueció, y a veces contradijo, los dogmas de Crowley.

El resultado final no es un “manual ilustrado” de Thelema, sino una matriz simbólica donde convergen qabalah, astrología, mitología comparada y psicología arquetípica. Esta multidimensionalidad explica por qué tantos estudiosos recomiendan el Thoth a lectores con cierta experiencia: interpreta­ciones simplistas se quedan cortas y, a menudo, contradictorias.


2. Principios filosóficos que gobiernan los símbolos

  1. “Haz tu voluntad” (Thelema): cada carta describe fuerzas que el practicante debe reconocer y orientar hacia su Verdadera Voluntad.
  2. Correspondencias cabalísticas: el Árbol de la Vida sirve de mapa. Senderos, séfiras y letras hebreas determinan colores y geometrías de fondo.
  3. Astrología moderna (equinoccio vernal 1904): Crowley reordenó asociaciones planetarias para ajustarlas a su calendario thelémico.
  4. Alquimia interna: azufre, mercurio y sal simbolizan procesos psico-espirituales, más que sustancias de laboratorio.
Te interesa...  Prácticas rituales con el Tarot de Aleister Crowley

Estos ejes actúan como hilos que tejen imágenes aparentemente dispares en un tapiz coherente. Quien domine al menos dos de estas cuatro disciplinas hallará ecos de las otras dos en prácticamente cada carta.


3. Arcanos Mayores: ejemplos de capas superpuestas

a) El Mago (The Magus)

  • Mercurio corona la escena: la figura sostiene el caduceo, la serpiente doble del intercambio entre polos.
  • Alquimia interna: sobre la mesa hay cuatro herramientas (báculo-azufre, copa-agua, espada-aire, disco-tierra), que aquí son manifestaciones de la mente transformadora.
  • Qabalah: conecta Kether con Binah (sendero 12), indicando el descenso de la chispa divina a la inteligencia organizadora.
  • Comparación Rider-Waite: el Mago tradicional ya sugiere dominio de los elementos, pero en Thoth se enfatiza la transmutación mental más que la destreza manual.

b) La Sacerdotisa (The Priestess)

  • Luna creciente a sus pies: reflejo de la luz oculta, intuición y ciclos.
  • Dioses egipcios: la figura combina rasgos de Isis y Hathor; el velo azul detrás evoca a Nut, diosa del cielo nocturno.
  • Letra gimel (ג): camello que cruza el desierto, símbolo del pasaje entre mundos conscientes e inconscientes.
  • Alquimia: el arco iris que abraza la carta ilustra la opus donde materia y espíritu encuentran un gradiente de unión.

c) El Diablo (The Devil)

  • Capricornio: representado por la cabra con tercer ojo; el signo se asocia a la cristalización de la energía.
  • Falo en llamas: impulso creativo que, si se reprime, degenera en ilusión y ataduras.
  • Fractales de cadenas: Crowley reformula el “pecado” como autoesclavitud voluntaria.
  • Comparación Rider-Waite: mientras el Diablo tradicional encadena víctimas, Crowley muestra que la cadena nace del interior psíquico de cada figura.

4. Arcanos Menores: cartas que narran procesos

En la mayoría de barajas modernas, los Arcanos Menores reproducen escenas cotidianas. Crowley y Harris, en cambio, crean mandalas numéricos y geométricos que condensan influencias planetarias y zodiacales.

Te interesa...  Prácticas rituales con el Tarot de Aleister Crowley
Palo Elemento Ejemplo de carta Capas simbólicas
Bastos Fuego Seis de Bastos – Victoria Jupiter en Leo. Seis llamas que irradian fuerza expansiva; la flor central imita un chakkra solar, aludiendo al logro noble tras un conflicto interno.
Copas Agua Dos de Copas – Amor Venus en Cáncer. Dos serpientes entrelazadas beben de una copa única: imagen de la coniunctio alquímica y del equilibrio emocional.
Espadas Aire Diez de Espadas – Ruina Sol en Géminis. Diez espadas se cruzan en un patrón que recuerda una rueda dentada rota: la mente brillante que, sin raíz ética, colapsa en auto-saboteo.
Discos Tierra Tres de Oros – Obra Marte en Capricornio. Tres ruedas dentadas rojas sostienen un hexagrama verde. Acción vigorosa con propósito estructural: la fase de coagulación alquímica.

La clave es notar que número, planeta y signo modifican el tono de la carta. Por ejemplo, Cinco de Copas – Decepción lleva Marte en Escorpio: energía marcial atrapada en aguas turbias; la copa central se quiebra y el líquido se desperdicia, reflejando un duelo que puede regenerarse si se integra la “sombra”.


5. Comparativa con barajas tradicionales

El Rider-Waite-Smith (RWS) fue revolucionario en 1909 al dotar a los Menores de escenas figurativas. Sin embargo, su simbolismo es más lineal:

Aspecto Thoth RWS
Color Teoría policromática basada en técnicas de la Golden Dawn; matices dentro de un mismo elemento (p. ej., fuego rosado para Tiphareth). Paleta limitada; colores simbólicos de época victoriana.
Astrología Integrada en cada carta: planeta + signo + decano. Solo en los Arcanos Mayores, y de forma discreta.
Qabalah Senderos y séfiras visibles mediante geometría y color. Correspondecias tácitas, raramente explicitadas.
Filosofía de fondo Thelema: la carta es un proceso de realización de la Voluntad. Cristianismo esotérico; moral dualista más marcada.

Esto no implica que el RWS sea “inferior”; de hecho, muchos lectores lo prefieren por su accesibilidad. Pero el simbolismo esotérico del Thoth invita a un trabajo hermético más exigente: quien lo usa precisa—y desarrolla—una “vista” que discierne capas mientras sostiene la paradoja.


6. Consejos para abordar los símbolos sin naufragar

  1. Estudia el Book of Thoth de Crowley… pero no te quedes ahí. Contrasta con autores críticos (DuQuette, Snuffin, Ziegler) para evitar la reverencia acrítica.
  2. Lleva un cuaderno de correspondencias. Anota qué sientes y qué sabes (planeta, signo, camino qabálico) cada vez que medites una carta.
  3. Practica meditación de color y forma. Harris ocultó claves gestálticas: observa figuras macro y micro sin forzar la interpretación verbal.
  4. Permite que surjan contradicciones. Crowley era famoso por sus “puzzles” doctrinales; integrar lo paradójico pule la intuición.
  5. Contrasta con otras barajas. Toma una tirada sencilla (pasado-presente-futuro), léela con Thoth y luego con RWS: las diferencias afinan tu comprensión simbólica y tu autocrítica.

Conclusión: una baraja-laboratorio para la consciencia

El Tarot de Thoth no es un oráculo “plug-and-play”. Es más bien un laboratorio hermético que exige dedicación y te devuelve, como eco, tu propio estado interno. Cada símbolo —desde el Ankh que flota en el Dos de Copas hasta el león alado que custodia la Princesa de Bastos— dialoga con arquetipos universales y con la psicología particular de quien mira la carta.

Te interesa...  Prácticas rituales con el Tarot de Aleister Crowley

Cuando compruebes que un solo matiz de color altera tu lectura o que un jeroglífico casi imperceptible conecta con un sueño reciente, descubrirás la verdadera misión de la baraja: despertar tu imaginación activa. Y esa es quizá la aportación más perdurable de Crowley: recordarnos que el poder semiótico no reside en la lámina, sino en la consciencia que se atreve a contemplarla sin velos.

Así que, si te tienta el significado oculto del Tarot Crowley, si buscas “símbolos esotéricos Thoth” o deseas una visión más allá de lo literal, prepárate para estudiar, anotar y, sobre todo, experimentar. Porque, al final, cada carta es un espejo y el verdadero arcano —el secreto— eres tú frente a él.